En la Naturaleza
o en toda luz
o en todo respeto real o no mentiroso o de alma,
NUNCA EL BIEN ES RECHAZADO, eso es, por un equilibrio; pero, en los humanos, siempre el bien es rechazado y silenciado
y robado en todos sus espacios
y, sin piedad, torturado. Porque ya el ser humano es preso (inevitablemente en tanto que su voluntad no la tenga clara o no la tenga de fácil engaño) de incontables redes de las sinrazones o del mal.
Si dejas pasar una mentira, ya es posible que dejes pasar muchas. Y, para que no dejes pasar una mentira, solo puedes atender en conciencia a quien demuestra racionalmente las mentiras. José Repiso Moyano
sábado, 6 de octubre de 2018
¿Dicen? ¿Qué saben ya de la decencia
de un RESISTIR?, de ese colmar de beso
el corazón, sin más, sin elocuencia,
sin traicionar a la ternura, ¡eso!
¿Qué saben de una cosa con conciencia?,
¡sí!, del valor que lleva el sueño impreso;
el seguir digo que lo anima el hueso.
¿Saber? ¿Qué saben ya de mi decencia
mientras se mueren a mazazo lento
mis rosas de la sangre sin clemencia?,
¡todo hacia un miserable enterramiento!
¡Cierto!, ¿qué con tramposa vehemencia,
maldita que malhiere el sentimiento,
forjan para llamarlo... inteligencia?
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