El que es bueno de verdad
(sin montajes, sin trampas o sin posibilidad de engaños)
es el que no tiene nunca que agradar a alguna mentira
ni nunca se ha servido de un poder
para defender el que lo respeten u otra cosa; o sea, en claro no busca FAVORECERSE por un poder de los miles que hay: mediático, retórico o demagogo, apego a causa o a "caballo ganador" (que conlleva comodidad o el evitarse muchísimos esfuerzos), fanatismos de patria o de siempre exclusión, grupo, tener influencias, alineación (que conlleva inevitablemente recibir una "sobreprotección"), etc.
Si dejas pasar una mentira, ya es posible que dejes pasar muchas. Y, para que no dejes pasar una mentira, solo puedes atender en conciencia a quien demuestra racionalmente las mentiras. José Repiso Moyano
domingo, 7 de abril de 2019

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