miércoles, 13 de noviembre de 2013

En la naturaleza los recursos están distribuidos diferentemente (en sus espacios), no desigualmente (es decir, no con la presión de ventajas o leyes que crean desigualdad); en cambio, en la sociedad la competitividad, desde esa injusta desigualdad que apoyan casi todos los seres humanos con una fiel y enferma colaboración, siempre causará bolsas de pobreza, de injusticia (haya o no haya ONGs que no erradican normas ni derroches, sino que ayudan a que se instale, en los que quieran, al modo moderno el sentimiento de dádiva que siempre ha existido).

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