Tú puedes sentir el amor; pero, lo importante en su eficacia, no es sentirlo, sino demostrarlo. Claro, puesto que puedes sentirlo en imaginación, en fantasía, en idealidad inculcada (inviable) y nunca, tal sentir, se realiza o se convierte en real con hechos por delante. Por ejemplo, puedes estar diciendo muchas veces "te quiero" a los niños pobres o a tu esposa, sin darles detalles ni hacer nada por ellos. Sí, ese proceder es sentimentalismo (en su verborrea) o hipócrita cursilería de sociedad.
El amor es hacer algo por alguien, no un mero sentirlo.
Si dejas pasar una mentira, ya es posible que dejes pasar muchas. Y, para que no dejes pasar una mentira, solo puedes atender en conciencia a quien demuestra racionalmente las mentiras. José Repiso Moyano
miércoles, 13 de noviembre de 2013
¿Dicen? ¿Qué saben ya de la decencia
de un RESISTIR?, de ese colmar de beso
el corazón, sin más, sin elocuencia,
sin traicionar a la ternura, ¡eso!
¿Qué saben de una cosa con conciencia?,
¡sí!, del valor que lleva el sueño impreso;
el seguir digo que lo anima el hueso.
¿Saber? ¿Qué saben ya de mi decencia
mientras se mueren a mazazo lento
mis rosas de la sangre sin clemencia?,
¡todo hacia un miserable enterramiento!
¡Cierto!, ¿qué con tramposa vehemencia,
maldita que malhiere el sentimiento,
forjan para llamarlo... inteligencia?
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