Hay una bondad y hay una seudobondad utilizada por muchos. La bondad ofrece el bien sin consentimientos injustos y sin mentiras; por el contrario, la seudobondad construye un escenario muy atractivo que parece del bien, pero no se encara nunca a alguna mentira (en complicidad) ni se abre en conciencia (por salvarse de mentiras) a lo que le demuestren (a la verdad).
Si dejas pasar una mentira, ya es posible que dejes pasar muchas. Y, para que no dejes pasar una mentira, solo puedes atender en conciencia a quien demuestra racionalmente las mentiras. José Repiso Moyano
sábado, 11 de enero de 2014

Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario