Si dejas pasar una mentira, ya es posible que dejes pasar muchas. Y, para que no dejes pasar una mentira, solo puedes atender en conciencia a quien demuestra racionalmente las mentiras. José Repiso Moyano
viernes, 7 de marzo de 2014
En vez de verificar o de evidenciar con la razón algo, se dice ahora maniáticamente "he contrastado". Sí, no porque contrastes por capricho garantiza que utilizas la razón. La razón no se contrasta en prioridad, sino se desmarca de todas las sinrazones con una probación continua o con una coherencia. Así es, los que sostenían que la Tierra era plana contrastaron incontables veces con otros que la Tierra aún era plana; puesto que no salían de un monopolio o corporativismo de contrastar sinrazones (olvidándose, en ese vicio, de la misma racionalización que es: depurar incoherencias, contradicciones y confusiones).
Lo contrario a la razón es dar de antemano algo y prescindir de las evidencias -de lo que ya te han rebatido o demostrado-.
¿Dicen? ¿Qué saben ya de la decencia
de un RESISTIR?, de ese colmar de beso
el corazón, sin más, sin elocuencia,
sin traicionar a la ternura, ¡eso!
¿Qué saben de una cosa con conciencia?,
¡sí!, del valor que lleva el sueño impreso;
el seguir digo que lo anima el hueso.
¿Saber? ¿Qué saben ya de mi decencia
mientras se mueren a mazazo lento
mis rosas de la sangre sin clemencia?,
¡todo hacia un miserable enterramiento!
¡Cierto!, ¿qué con tramposa vehemencia,
maldita que malhiere el sentimiento,
forjan para llamarlo... inteligencia?
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Lo contrario a la razón es dar de antemano algo y prescindir de las evidencias -de lo que ya te han rebatido o demostrado-.
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