Se afirma (sin fundamento de veracidad): "La mayoría de las decisiones del ser humano son emocionales". No, jamás son emocionales, sino racionales. Sí, tú gastas lo que tienes y ordenas lo que tienes (el ser humano ordena tiempo y recursos absolutamente durante todo el día, esto es, lo racional per se), conduces lo que la conducción racional te dice (aunque añadas otra cosa), bebes y comes y respondes siempre cognoscitivamente al medio (aunque tu emoción no quiera). Así es, tu emoción no puede evitar jamás lo que necesitas y lo que tu organismo o tu vida requiere primero; por lo que actúas siempre antes por conocimientos y, después, por emociones.
Si dejas pasar una mentira, ya es posible que dejes pasar muchas. Y, para que no dejes pasar una mentira, solo puedes atender en conciencia a quien demuestra racionalmente las mentiras. José Repiso Moyano
jueves, 22 de mayo de 2014
¿Dicen? ¿Qué saben ya de la decencia
de un RESISTIR?, de ese colmar de beso
el corazón, sin más, sin elocuencia,
sin traicionar a la ternura, ¡eso!
¿Qué saben de una cosa con conciencia?,
¡sí!, del valor que lleva el sueño impreso;
el seguir digo que lo anima el hueso.
¿Saber? ¿Qué saben ya de mi decencia
mientras se mueren a mazazo lento
mis rosas de la sangre sin clemencia?,
¡todo hacia un miserable enterramiento!
¡Cierto!, ¿qué con tramposa vehemencia,
maldita que malhiere el sentimiento,
forjan para llamarlo... inteligencia?
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