Los hechos buenos no se pueden restringir ni prohibir (p. ej., no se le puede a nadie reprobar que cuide árboles o animales, porque siempre todo el bien por hacer es, además de bienvenido, insuficiente o poco). Sin embargo, lo que sí es reprobable moral o éticamente es el servirse de un bien para suplantar o anular a otro, o sea, el que tú niegues o rechaces un bien porque te excusas en que haces otro o que te sirve otro para negarlo o ya no verlo válido o taparlo porque lo desprecias.
Si dejas pasar una mentira, ya es posible que dejes pasar muchas. Y, para que no dejes pasar una mentira, solo puedes atender en conciencia a quien demuestra racionalmente las mentiras. José Repiso Moyano
martes, 22 de julio de 2014

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