Existen tantos gustos como personas; por eso la verdad no se puede ajustar a los gustos, porque... se convertiría destructivamente en conveniencia, en arbitrariedad. Por consiguiente, si diriges la verdad al gusto ya no será verdad.
Si dejas pasar una mentira, ya es posible que dejes pasar muchas. Y, para que no dejes pasar una mentira, solo puedes atender en conciencia a quien demuestra racionalmente las mentiras. José Repiso Moyano
domingo, 17 de agosto de 2014

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