sábado, 16 de agosto de 2014

La indiferencia a lo ético es la peor perversidad; ya que significa eso que eres indiferente a un niño muriéndose de hambre o a tu madre por un capricho o por un partido de fútbol, por ejemplo. Sí, en claro es una indiferencia al bien mismo (que es la peor perversidad).

No hay comentarios:

Publicar un comentario