La verdad (para ser verdad) no necesita a nadie ni a nada, eso, se basta a sí misma. En cambio, la mentira siempre supone y requiere una imprescindible persistencia de voluntades en tapar algo, una colaboración de MONTAJE: complicidad.
Si dejas pasar una mentira, ya es posible que dejes pasar muchas. Y, para que no dejes pasar una mentira, solo puedes atender en conciencia a quien demuestra racionalmente las mentiras. José Repiso Moyano
jueves, 30 de octubre de 2014

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