Hay dos fuerzas que mueven la voluntad humana: el miedo y la seguridad. Cualquier realidad que amenaza a la seguridad del buen vivir (de sus necesidades y derechos) motiva racional o irracionalmente un miedo; y ante él se buscan modos de seguridad (a veces, si es en sinrazón, son inconsecuentes o sobredimensionados, por lo que aquí se permiten unos miedos nuevos o "miedos creados").
Si dejas pasar una mentira, ya es posible que dejes pasar muchas. Y, para que no dejes pasar una mentira, solo puedes atender en conciencia a quien demuestra racionalmente las mentiras. José Repiso Moyano
jueves, 12 de febrero de 2015
¿Dicen? ¿Qué saben ya de la decencia
de un RESISTIR?, de ese colmar de beso
el corazón, sin más, sin elocuencia,
sin traicionar a la ternura, ¡eso!
¿Qué saben de una cosa con conciencia?,
¡sí!, del valor que lleva el sueño impreso;
el seguir digo que lo anima el hueso.
¿Saber? ¿Qué saben ya de mi decencia
mientras se mueren a mazazo lento
mis rosas de la sangre sin clemencia?,
¡todo hacia un miserable enterramiento!
¡Cierto!, ¿qué con tramposa vehemencia,
maldita que malhiere el sentimiento,
forjan para llamarlo... inteligencia?
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