La inteligencia es voluntad de lo que hace; la voluntad es decidir libremente; decidir es valorar, hacer una valoración propia y proceder con respecto a ella; valorar es juicio (medir, comparar, lucubrar, indagar y concluir asertivo); además, la sensatez es un juzgar racional. Por lo tanto, el juzgar es siempre consubstancial a la inteligencia, sí, algo imprescindible e inseparable de ella.
Si dejas pasar una mentira, ya es posible que dejes pasar muchas. Y, para que no dejes pasar una mentira, solo puedes atender en conciencia a quien demuestra racionalmente las mentiras. José Repiso Moyano
lunes, 1 de junio de 2015

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