domingo, 6 de marzo de 2016

En el contexto ético o de persona equilibrada, no puedes vetar una verdad para defender otra verdad;  asimismo no puedes matar una persona para salvar otra. Cierto, si eres ejemplar o consecuente con la verdad, primero has de admitir toda verdad (una u otra) y rechazar toda mentira; si no, ya ninguna verdad respetas en el fondo.

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