domingo, 23 de octubre de 2016

Yo, nunca por seguro voy a tener dignidad ni de verdad derechos (ni siquiera un segundo sin tortura a lo que es un mínimo vital intocable o sagrado) en España.  Pero eso no va a impedir el seguir limpio (de cualquier complicidad al mal) y siempre sin fallar a la razón-ética
Así es la infinita crueldad (buenizada por ser irracionalmente más aún diabólica)  de ellos.

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