El bien es no dejar de defenderlo; en una defensa ininterrumpida e inexcusable. Sí, tú con dejar ganar a un mal, ya eres una concausa de lo que ese mal produzca en adelante. Es eso, dejar ganar a una sinrazón objetivamente determina que, tal sinrazón, ya cuenta contigo en adelante para volver a ganar. Tú ahí eres fundamental para que se cumpla... causalidad. ¡Siempre!, y también lo eres en dejar ganar al mal valorar o a una alineación cualquiera que sobreprotegerá antes en función de ser alineación, no de criterios limpios o sensatos.
Si dejas pasar una mentira, ya es posible que dejes pasar muchas. Y, para que no dejes pasar una mentira, solo puedes atender en conciencia a quien demuestra racionalmente las mentiras. José Repiso Moyano
domingo, 23 de abril de 2017

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