Ser honesto no es decir todo lo que piensas (eso es una falacia),
sino decir lo que piensas sobre lo relevante (convivencial o socialmente), puesto que nuestro interior no puede ni debe ser público. Por ejemplo, siempre inevitablemente todos los hombres piensan que muchas mujeres son feas (claro, para ellos), pero no lo han de decir nunca, al tener eso únicamente una relevancia en su interior, no fuera.
Si dejas pasar una mentira, ya es posible que dejes pasar muchas. Y, para que no dejes pasar una mentira, solo puedes atender en conciencia a quien demuestra racionalmente las mentiras. José Repiso Moyano
martes, 25 de abril de 2017

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