Una persona o pueblo o país solo son buenos por la mínima complicidad que tienen con las mentiras-sinrazones; así es de claro, porque el que irrebatiblemente de verdad es bueno lo debe ser y demostrar con la misma ética. Sirva la consideración de que todo alineado ya es bueno para los otros miembros de su alineación (Pinochet, sí, era bueno "para los suyos"), y no por hechos éticos.
Si dejas pasar una mentira, ya es posible que dejes pasar muchas. Y, para que no dejes pasar una mentira, solo puedes atender en conciencia a quien demuestra racionalmente las mentiras. José Repiso Moyano
viernes, 13 de octubre de 2017
¿Dicen? ¿Qué saben ya de la decencia
de un RESISTIR?, de ese colmar de beso
el corazón, sin más, sin elocuencia,
sin traicionar a la ternura, ¡eso!
¿Qué saben de una cosa con conciencia?,
¡sí!, del valor que lleva el sueño impreso;
el seguir digo que lo anima el hueso.
¿Saber? ¿Qué saben ya de mi decencia
mientras se mueren a mazazo lento
mis rosas de la sangre sin clemencia?,
¡todo hacia un miserable enterramiento!
¡Cierto!, ¿qué con tramposa vehemencia,
maldita que malhiere el sentimiento,
forjan para llamarlo... inteligencia?
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