Lo único que protege inengañablemente al bien es la razón;
tires por donde tires así es.
Más claro, lo único que garantiza el bien es la incorruptibilidad de la razón o su imparcialidad a cualquier respuesta de error, sí, es: lo que nunca permite mentiras ni apariencias ni interpretaciones ni retóricas de bien-verdad (precisamente por donde entran muchos disimulados males o engaños).
Más claro, lo único que garantiza el bien es la incorruptibilidad de la razón o su imparcialidad a cualquier respuesta de error, sí, es: lo que nunca permite mentiras ni apariencias ni interpretaciones ni retóricas de bien-verdad (precisamente por donde entran muchos disimulados males o engaños).
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