La luz jamás debe ir hacia ti, sino eres tú quien (por hacer o facilitar bien) siempre debes ir hacia la luz. También, tal equivalencia a la luz (o quien la evidencia o la clarifica a probación de racionalidad) no es lo que debe SEGUIRTE a ti, sino eres únicamente tú quien debes SEGUIR a eso que es lo correcto; ¡claro!, siempre y cuando tú ames al bien.
Si dejas pasar una mentira, ya es posible que dejes pasar muchas. Y, para que no dejes pasar una mentira, solo puedes atender en conciencia a quien demuestra racionalmente las mentiras. José Repiso Moyano
lunes, 5 de febrero de 2018

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