El bien nunca se crea solo, ni se crea del aire ni de la Luna ni de dibujitos ni de adornos, sino SE EXIGE y te lo exiges también a ti mismo. Considera que la Biblia es un tratado de EXIGENCIAS DE BIEN como, también, el CORÁN es un tratado de EXIGENCIAS DE BIEN. Pero, ante todo, para exigírtelo,
tienes que no engañarte sobre de qué se trata todo, de no engañarte sobre qué es el bien
ni nunca poner al bien a los pies de los caballos de cualquier sinrazón-manipulación frecuente.
Si dejas pasar una mentira, ya es posible que dejes pasar muchas. Y, para que no dejes pasar una mentira, solo puedes atender en conciencia a quien demuestra racionalmente las mentiras. José Repiso Moyano
martes, 10 de abril de 2018
¿Dicen? ¿Qué saben ya de la decencia
de un RESISTIR?, de ese colmar de beso
el corazón, sin más, sin elocuencia,
sin traicionar a la ternura, ¡eso!
¿Qué saben de una cosa con conciencia?,
¡sí!, del valor que lleva el sueño impreso;
el seguir digo que lo anima el hueso.
¿Saber? ¿Qué saben ya de mi decencia
mientras se mueren a mazazo lento
mis rosas de la sangre sin clemencia?,
¡todo hacia un miserable enterramiento!
¡Cierto!, ¿qué con tramposa vehemencia,
maldita que malhiere el sentimiento,
forjan para llamarlo... inteligencia?
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