Siempre el mal se ha instalado o ha triunfado en la sociedad a través del ENGAÑO (del hacer pasar la mentira-error por verdad).
Pero, en el fondo, ¿cuál es lo que garantiza la existencia del ENGAÑO? Pues, en una definición exacta o inengañable, únicamente un ESQUIVAR AL QUE DEMUESTRA RAZÓN. Así es, en época de Galileo, el engaño solo fue real esquivando a Galileo; en época de Jesucristo, el engaño solo fue real esquivando a Jesucristo; y, en otra época, otro y otro continuo esquivar a aquél que daba, a razón, las cosas como limpias, inintoxicables de error, como solo consecuentes con la realidad.
Si dejas pasar una mentira, ya es posible que dejes pasar muchas. Y, para que no dejes pasar una mentira, solo puedes atender en conciencia a quien demuestra racionalmente las mentiras. José Repiso Moyano
sábado, 22 de diciembre de 2018
¿Dicen? ¿Qué saben ya de la decencia
de un RESISTIR?, de ese colmar de beso
el corazón, sin más, sin elocuencia,
sin traicionar a la ternura, ¡eso!
¿Qué saben de una cosa con conciencia?,
¡sí!, del valor que lleva el sueño impreso;
el seguir digo que lo anima el hueso.
¿Saber? ¿Qué saben ya de mi decencia
mientras se mueren a mazazo lento
mis rosas de la sangre sin clemencia?,
¡todo hacia un miserable enterramiento!
¡Cierto!, ¿qué con tramposa vehemencia,
maldita que malhiere el sentimiento,
forjan para llamarlo... inteligencia?
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