Los seres humanos han conseguido inventar muchos métodos para el autoengaño o para evadirse de la realidad-verdad. Sí, ellos recurren al alcohol, a cualquier droga, a la televisión, a creer en todo lo que les cuenten de rollos o de realidades artificiales o aun a tantísimas otras cosas; pero los animales no, sin artificios ni trucos éstos están únicamente enganchados a lo más auténtico o más primario que existe, a lo natural, a la verdad, a la realidad, a los consecuentes sentimientos y... tal como son. Claro, es falso eso de que los animales carecen de verdad-lógica-"razón primaria", pues es todo lo contrario.
Si dejas pasar una mentira, ya es posible que dejes pasar muchas. Y, para que no dejes pasar una mentira, solo puedes atender en conciencia a quien demuestra racionalmente las mentiras. José Repiso Moyano
domingo, 3 de marzo de 2019
¿Dicen? ¿Qué saben ya de la decencia
de un RESISTIR?, de ese colmar de beso
el corazón, sin más, sin elocuencia,
sin traicionar a la ternura, ¡eso!
¿Qué saben de una cosa con conciencia?,
¡sí!, del valor que lleva el sueño impreso;
el seguir digo que lo anima el hueso.
¿Saber? ¿Qué saben ya de mi decencia
mientras se mueren a mazazo lento
mis rosas de la sangre sin clemencia?,
¡todo hacia un miserable enterramiento!
¡Cierto!, ¿qué con tramposa vehemencia,
maldita que malhiere el sentimiento,
forjan para llamarlo... inteligencia?
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