domingo, 11 de agosto de 2019

En ética, tus palabras (se vistan como se vistan) no pueden servir a la mentira o a ser tú complaciente y consentidor de un erróneo y excusado no saber valorar. Por eso, sí o sí, hay que SABER VALORAR (es tu deber ético) en función de favorecer siempre a la razón sin vetarla (ya que es la única capacidad no arbitraria existente) y nunca jamás a la apariencia o a una retórica o a la sinrazón.

Definición exacta de vetar al que dice la verdad: IMPEDIRLE o PROHIBIRLE el que diga la verdad por el camino que sea. Unos usan el camino del DESPROTEGERLO, otros del DISCRIMINARLO, otros del SILENCIARLO, otros del NINGUNEARLO, otros del usar un medio o influencias (policía, cultura, Estado, apego a un corporativismo, poder cualquiera, etc)  para el fin de un eficaz anularlo o no dejarlo ni respirar.

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