El ser humano es el que determina más la diversidad biológica y la selección de especies. Cierto, ya no hay tanto una "selección natural", sino es el ser humano el que decide o selecciona el que debe vivir. Él lo hace y, ante esta responsabilidad, va de hipócrita defendiendo que es Dios quien debe hacerlo. Algo que es total mentira; puesto que, con la apropiación egoísta de los recursos naturales, determina incluso la eliminación de otros seres humanos.
Si dejas pasar una mentira, ya es posible que dejes pasar muchas. Y, para que no dejes pasar una mentira, solo puedes atender en conciencia a quien demuestra racionalmente las mentiras. José Repiso Moyano
jueves, 14 de noviembre de 2013

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