Lo que se llama autoestima (amor propio, que siempre existe con unas variables, puesto que nunca es el mismo de un día para otro) o la esperanza son consecutivas, es decir, son la consecuencia ineludible de circunstancias; por lo que, con eso, no se pueden forzar para enmascararles (a las circunstancias) sus resultados reales ya con otros que no les corresponde.
Si dejas pasar una mentira, ya es posible que dejes pasar muchas. Y, para que no dejes pasar una mentira, solo puedes atender en conciencia a quien demuestra racionalmente las mentiras. José Repiso Moyano
miércoles, 13 de noviembre de 2013

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