miércoles, 13 de noviembre de 2013

Lo que va a ser algo depende de las circunstancias que tendrá; pero, como no sabemos por seguro todas las circunstancias que tendrá, pues tampoco podremos saber por seguro sus dependencias (ni aun de qué forma o circunstancias actuarán principios), ya al margen de una simple especulación o insistente paranoia intelectual.

El "depender" se lo ha inventado (psicológicamente) el ser humano influido por la demostrable esclavitud que ha realizado a lo largo de su existencia social, a modo de una obsesión bastante desequilibrada por un control de los demás (haciéndoles depender de él o de normas atávicas) y de la naturaleza.

Las cosas, se comprende, sí, se hallan interrelacionadas, es decir, ya cuentan con unas circunstancias como podrían contar con otras (pero con estas otras, hipotéticas de un futuro, no pueden depender); y, en realidad, no es que dependan de ellas, sino que ya las tienen ineludiblemente.Quiero aclarar precisamente eso: no podrían depender de ninguna forma de ellas porque, así, siempre serían (esas cosas) las mismas (fijas) .

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