Los animales están condicionados a la naturaleza, por lo que no hay que temer errores evitables o arbitrarios; pero los seres humanos están condicionados a la sociedad o a sus intereses arbitrarios. Esto es algo que los condena por seguro (sobre una lógica) al imparable error y a la estupidez (a una gran epidemia de "porque sí") si no se protege al que racionaliza (y no se le pisotea como hasta ahora).
Si dejas pasar una mentira, ya es posible que dejes pasar muchas. Y, para que no dejes pasar una mentira, solo puedes atender en conciencia a quien demuestra racionalmente las mentiras. José Repiso Moyano
domingo, 26 de abril de 2015

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