Los animales están condicionados a la naturaleza, por lo que no hay que temer errores evitables o arbitrarios; pero los seres humanos están condicionados a la sociedad o a sus intereses arbitrarios. Esto es algo que los condena por seguro (sobre una lógica) al imparable error y a la estupidez (a una gran epidemia de "porque sí") si no se protege al que racionaliza (y no se le pisotea como hasta ahora).
Si dejas pasar una mentira, ya es posible que dejes pasar muchas. Y, para que no dejes pasar una mentira, solo puedes atender en conciencia a quien demuestra racionalmente las mentiras. José Repiso Moyano
domingo, 26 de abril de 2015
¿Dicen? ¿Qué saben ya de la decencia
de un RESISTIR?, de ese colmar de beso
el corazón, sin más, sin elocuencia,
sin traicionar a la ternura, ¡eso!
¿Qué saben de una cosa con conciencia?,
¡sí!, del valor que lleva el sueño impreso;
el seguir digo que lo anima el hueso.
¿Saber? ¿Qué saben ya de mi decencia
mientras se mueren a mazazo lento
mis rosas de la sangre sin clemencia?,
¡todo hacia un miserable enterramiento!
¡Cierto!, ¿qué con tramposa vehemencia,
maldita que malhiere el sentimiento,
forjan para llamarlo... inteligencia?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario