Nunca se puede guiar a alguien (o a la sociedad) pisoteando a la razón, ¡cierto!, pues es algo no ético. Tú (a lo ego-salvador, mediático o vacilante de enlocados preparados mentales) no les puedes inculcar esquemas de amor, de felicidad o de una paz interior ya con tus conceptos privados, caprichosos (que ningunean a la razón-ética), sí, que se te han ocurrido bonitamente (y, porque la esquivan-excluyen, tales no pueden evitar el "fusilar" a la razón).
Si dejas pasar una mentira, ya es posible que dejes pasar muchas. Y, para que no dejes pasar una mentira, solo puedes atender en conciencia a quien demuestra racionalmente las mentiras. José Repiso Moyano
martes, 26 de abril de 2016
¿Dicen? ¿Qué saben ya de la decencia
de un RESISTIR?, de ese colmar de beso
el corazón, sin más, sin elocuencia,
sin traicionar a la ternura, ¡eso!
¿Qué saben de una cosa con conciencia?,
¡sí!, del valor que lleva el sueño impreso;
el seguir digo que lo anima el hueso.
¿Saber? ¿Qué saben ya de mi decencia
mientras se mueren a mazazo lento
mis rosas de la sangre sin clemencia?,
¡todo hacia un miserable enterramiento!
¡Cierto!, ¿qué con tramposa vehemencia,
maldita que malhiere el sentimiento,
forjan para llamarlo... inteligencia?
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