Algunos medios de comunicación, mediante sus variados programas, manipulan con rumores, hipótesis, verdades interesadas (que se aíslan de todas las de una realidad para ofuscar esa realidad) o mentiras dadas ya como si no lo fueran porque, dichas de tal manera, con tal montaje, con tal sublimación, tan de prisa y hasta con humor (de necios), parecen como que son verdades. Existen demasiadas, pero sirvan como ejemplos: el decir "que todo es relativo" (cuando aún no existe alguna prueba sobre ello, ni siquiera una) y el imponerle (como etiqueta o prejuicio) a alguien "que no tiene nada que perder" (cuando eso es totalmente incierto en tanto que siempre tiene cualquiera la vida por perder... o la esperanza). En fin, sobre estereotipos o tópicos (como si se infundiera aún que la Tierra es el centro del Universo) apoyan algunos medios de comunicación su verdadero montaje, con optimizadas injusticias justificadas tan a veces.
Si dejas pasar una mentira, ya es posible que dejes pasar muchas. Y, para que no dejes pasar una mentira, solo puedes atender en conciencia a quien demuestra racionalmente las mentiras. José Repiso Moyano
miércoles, 13 de noviembre de 2013
¿Dicen? ¿Qué saben ya de la decencia
de un RESISTIR?, de ese colmar de beso
el corazón, sin más, sin elocuencia,
sin traicionar a la ternura, ¡eso!
¿Qué saben de una cosa con conciencia?,
¡sí!, del valor que lleva el sueño impreso;
el seguir digo que lo anima el hueso.
¿Saber? ¿Qué saben ya de mi decencia
mientras se mueren a mazazo lento
mis rosas de la sangre sin clemencia?,
¡todo hacia un miserable enterramiento!
¡Cierto!, ¿qué con tramposa vehemencia,
maldita que malhiere el sentimiento,
forjan para llamarlo... inteligencia?
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